Photo "Tulip". 1984, by Robert Mapplethope

Photo by Lissy Larichcia
"Me doy a mi misma buenos consejos pero rara vez los sigo"...
Lewis Carrol "Alice in Wonderland"

miércoles, 30 de septiembre de 2015

"POESÍA INMEDIATA" (:M.A.M.)



Las olas no mueren en la orilla, se alimentan de guijarros y regresan mar adentro.



"¿ PUEDES DARME UNA RAZÓN PARA QUE SIGA AQUÍ, CONTIGO?" (M.A.M.)



¿Puedes darme una razón para que siga aquí, contigo?.

Recuerdo aquellas tardes de verano,
con las persianas de nuestra habitación a medio bajar,
y, a pesar del calor sofocante de agosto,
nos abrazábamos entre risas tras tus besos y mis caricias.

Conocías bien mi cuerpo, llevábamos ya tiempo juntos
El tuyo lo sabía de memoria, cada pliegue de tu piel, cada recoveco,
tu nuca, tu pelo, tus manos, tu boca...¡qué boca!.
Me gustaba seguir con mis dedos, a oscuras, la senda que formaban las vértebras de tu espalda.

No necesitábamos hablar, ¿recuerdas?.
Tan solo con mirarnos, con esbozar una sonrisa, sabíamos lo que queríamos.
Era tan hermoso tu cuerpo y, junto al mío, lográbamos acoplarnos hasta la extenuación., hasta el puro agotamiento
Formábamos un puzle perfecto de dos piezas, tu la cóncava, yo la convexa.

¿Qué ocurrió?, pues algo debió suceder para que ya no pudiésemos hablar con la mirada.
No quiero pensar que el paso del tiempo haya sido el motivo de tu ausencia.
Tal vez, las huellas inexorables que el paso de los meses, de los años, han dejado sobre mi cuerpo
hayan sido el motivo de tu lenta lejanía.

Porque es cierto, no te fuiste de de una manera súbita, repentina.
Fuiste cauto, conocías bien mis puntos débiles, mis manías.
Sabías que soy excesiva queriendo, vehemente.
Por eso te fuiste enfriando muy lentamente, tu calor iba abandonándome sin yo darme cuenta.

Sin embargo, no te has ido, no has marchado de mi lado.
¿Es la costumbre, la rutina, el hábito de estar conmigo, lo que te retiene?.
Lo siento, no me vale, no me sirve, ni tampoco me conformo.
Soy mujer de amores vivos, candentes, encendidos, palpitantes.

Por eso, te repito,
¿Puedes darme una razón para que siga aquí, contigo?.






"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)


Esta mañana deseaba caricias y, al abrir la ventana, un gorrión muy solícito se ofreció.


" EGOÍSMO· (M.A.M.)

La mantienen apartada, sola, aislada.
Sentada en una silla, en un extremo de la mesa, sin nadie a su lado
Ella calla, mientras observa.

Su pelo, un día rubio, hoy es níveo y corto,
su figura, aún delgada, muestra una leve curvatura en su espalda,
su mirada azul, escondida tras sus gafas.

Viste de negro, no por luto, es tan solo desgana.   
Sobre su vestido, una bata, bata verde,verde esperanza.
En sus pies, zapatillas de lana para el frío que le atenaza el alma.

Observa a sus cuatro hijos, esos que ella parió, esos a los que un día quiso.
O, acaso, ¿aún daría su vida por ellos.
Duda, no lo sabe, se siente tan engañada.

Sus cuatro nueras ríen descaradas.
Lucen, sin decoro, los collares que un día habían sido muestras de un amor recíproco.
¿Podrá ver Manuel, desde donde esté, a qué cuellos han llegado sus amores?.

Su dinero, ese que ganó a lo largo de una vida trabajada
lo reparten sin reparo sus cuatro hijos, esos que parió, esos a los que un día quiso.
Tras beber un sorbo de agua piensa que, tal vez la aprecien, no puede ser real tanto egoísmo.

Sentada en una silla, se mantiene callada ahora con los ojos perdidos.
Sus cuatro hijos la observan un momento, se percatan de su presencia.
¡Pobre madre...lo qué fue y en lo que sea convertido!... si al menos conservara algo de lucidez en su mente.






                                 

martes, 29 de septiembre de 2015

"POESÍA INMEDIATA"(M.A.M)

Cuando fui a acostarme, mi cama estaba ocupada por tu sombra.

"REFUGIADOS" III (M.A.M.)



No entiendo, no entiendo nada.
No hace mucho tiempo era feliz, tenía una vida.
Una esposa, dos hijos, una casa.

Aquella noche fue la primera de otras noches.
Metralla, gritos, bombas, heridos.
Hombres que sin conocerme, ordenan y mandan.

Un día se apoderó un intenso miedo de mí.
Vi la muerte tan cerca que casi me agarra del cuello y me lleva.
Cogí a mi esposa, mis dos hijos y abandonamos nuestra casa.

Hemos llegado a un puerto tras un viaje infernal.
Esta vez, la muerte se cebó conmigo
me quedé sin esposa, sin hijos, sin nada.

Me pregunto si aquí ha terminado el camino.
Me hablan y no entiendo, me gritan sin aliento
Agarran mis piernas y, sin dudarlo, me devuelven a mi infierno.


                           

"DISPLICENCIA" (M.A.M.)


Perdóname pero, ¡te quise tanto!
Lo sé, no olvido, me dijiste que necesitabas tiempo
pero
deseaba ser parte de ese tiempo, tu tiempo, con eso me conformaba.

La primera vez que nos vimos, me sonreíste.
Lo siento, no olvido, simplemente tendiste displicente tu mano
como queriendo dejar claro
que ningún interés despertaba yo en ti.

Pasados unos días, me besaste.
No puedo, no olvido ese beso largo e intenso
sin embargo, al parecer
no significó nada para ti, además, me habías avisado.

Tras unas horas, me abrazaste
me niego y no olvido, ese abrazo sensual y cálido
que, tristemente para ti
era un juego en el que sólo tu jugabas.

Un poco más tarde, nos fundimos dos en uno
reniego y no olvido, un acto de amor tan íntimo
al parecer,tan exento de importancia para ti
en cambio para mí una vida entera.

Lo único que te he pedido es que me quieras.
Me reafirmo y no olvido, tu desdén al comunicarte mi deseo
tan sólo, si me quieres
quiéreme entera o no me quieras.

Si entonces, tu deseo es no quererme, no besarme ni abrazarme
te suplico que no olvides
que alguna vez hubo alguien
que sin ser querida te quiso y que ahora, sin ti,ya no es nada.









"Mis frases " 6




"Tu justificas mi existencia: si no te conozco no he vivido, si muero sin conocerte, no muero
porque no he vivido".

Luis Cernuda

"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)

Quise besarte en la boca y
me pusiste la mano.
¿Acaso ya no me amas?, ¿tal vez no me deseas?.


lunes, 28 de septiembre de 2015

"REFUGIADOS II" (M.A.M.)

Ojos grandes, oscuros, acuosos.
No debe medir más de un metro, está asustado.
Escucha palabras que no entiende
y
se siente rodeado de desconocidos, gritando.

El viaje ha sido largo, muy largo.
De una mano, su madre le sujeta
Su padre, un poco adelantado, les protege
y
su hermano, ya no está, ha desaparecido.

Le introducen en un barracón oscuro.
Le empujan, junto a su madre, sobre un camastro
Quiere llorar pero no puede
y
su padre les grita, a lo lejos, "esperad ya vuelvo".

Van pasando los días, los meses
apenas hay comida para él y menos para su madre
Desea dormir y tener sueños de colores
y
todas las noches le despiertan pesadillas en las que su padre ya no está, ni su hermano tampoco.

Tantas infancias robadas, tantos niños perdidos.



"LA HUIDA" (M.A.M.)


¿Me has amado alguna vez?
Si, de esa manera que aman solo quienes están enamorados.
Hay personas que aman, amando, ¿a caso no lo sabes?.

¿Me has deseado alguna vez?
Nunca me has mordido el cuello, jamás has olido mi cabello
Conozco gente que desea, deseando ¿también lo desconoces?.

¿Te he gustado alguna vez?
Jamás has mirado con deleite mis manos, tampoco te has detenido en mis ingles o antebrazos.
Sé de individuos que desean, deseando, ¿acaso lo ignoras?.

Ahora estoy segura de algo.
Te has marchado, sin decir adiós, sin un por qué, sin un lo siento.
Nunca había conocido a nadie que abandone, abandonando, ¿tenías que ser tu el primero?


¿ERA CIERTO? (M.A.M.)

¿Es más intenso el odio que el amor?.
No lo sé, no lo creo.
Pero entonces,
¿por qué estás más presente en mi vida ahora que me has dejado?.

¿Era cierto el amor que me tenías cuando decįas que me amabas?.
No lo sé, no lo creo.
Porque, ahora,
¿cómo puedes seguir sonriendo, cada día, como si no hubiera pasado nada?

¿Cuántas veces susurraste a mi oído, "no me dejes, que me muero"?.
No lo sé, ¿era cierto?.
Sin embargo, soy yo, la que ahora te implora
"si alguna vez me amaste, por favor, ¿por qué quieres matarme ahora?".





"JUAN Y CLAUDIA, AMOR TRAS LAS HERIDAS" (M.A.M.). "AMORES POLIÉDRICOS 1"



 Juan del Alba Martínez, comandante en Afganistán.

El convoy en el que viaja junto a cinco soldados españoles acaba de pisar una mina de las muchas que los talibanes han dispersado por los caminos. Cuando se despierta, no sabe lo que ha ocurrido ni sabe donde se encuentra; piensa que debe ser noche cerrada porque no ve absolutamente nada. A su alrededor el silencio es aterrador. No siente dolor.


Juan vuelve a despertarse y piensa que ha debido perder el conocimiento durante un largo periodo de tiempo pues no recuerda nada del rescate y posterior traslado. Reconoce perfectamente el lugar en el que se encuentra pues, por desgracia, ya ha estado en alguna ocasión: es el Hospital de Campaña de su brigada. Además de las veces que ha tenido que acudir a visitar a algún recluta ingresado o a hablar con el médico de campaña sobre la gravedad de algún soldado herido, él mismo se había visto obligado a ser ingresado en dos ocasiones. Una vez debieron extraerle metralla del brazo izquierdo, tras ser atacado el campamento y, en otra ocasión, tras una emboscada talibán, una esquirla se le había clavado en el ojo izquierdo y desde aquel día aún no había recuperado del todo la visión periférica del mismo, aunque se negó a regresar a España alegando que debía estar junto a sus hombres hasta que terminase la misión.

Sin embargo, esta vez presentía que era diferente. Se lo decía el gesto adusto y serio de los médicos y compañeros que le acompañaban y se lo confirmaba su cuerpo de una manera extraña: no sentía absolutamente nada, ningún dolor, salvo un acusado resquemor en ambos brazos, ya vendados, y una gran somnolencia. Sus sospechas se confirmaron a los pocos minutos cuando el médico jefe de la base se aproxima a su cama, toma una silla y se sienta junto a él. Le dice que debe dar gracias a Dios porque, a pesar de la gravedad de su estado, ha salvado su vida; seguidamente le comunica la muerte de tres de los cinco soldados que le acompañaban. Los cabos Ramirez y Álvarez, milagrosamente, han salido ilesos.

El médico continúa con el parte de lesiones y le comunica que su estado es grave, muy grave, pero que, nuevamente, saldrá adelante. Sin embargo, esta vez las heridas son más difíciles de curar: ha sufrido quemaduras de 2º grado en ambos brazos y parte de la metralla desprendida de la misma se había alojado en su espina dorsal, por lo que, de cintura para abajo, carece de cualquier tipo de movilidad. Se espera su traslado a España para dentro de dos días pues las lesiones que presenta son muy graves, por lo que le llevarán en avión hasta el Hospital Militar Central Gómez Ulla de Madrid.
El doctor no había dado ninguna oportunidad de intervención al herido comandante; daba la impresión de que quisiese “vomitar” de golpe toda la información para, a su vez, no ser intimidado por él.

Al Comandante Juan del Alba le precedía su fama de hombre duro, bregado en algunas de las más difíciles tareas del Ejercito Español. Era un hombre de carácter tosco, rudo, brusco, pero leal, eficaz y, llegado el caso, sabía escuchar, aunque rechazaba las sensiblerías de algunos soldados. Siempre decía que pertenecer al Ejército te hacía especial pues representabas a tu país en los lugares más difíciles y debías dejarlo siempre en una muy buena situación, por lo que había que entregar todo por la patria.
Juan siempre había querido formar parte del ejército.

Nacido en Zaragoza, junto a la Academia Militar, desde la ventana de su casa veía a los reclutas hacer los ejercicios matutinos en el patio central.

Juan era el único hijo de María Luisa, una mujer a la que la suerte nunca acompañó. Se enamoró perdidamente de un hombre casado, quien cada día le prometía que dejaría a su esposa; sin embargo, a la que abandonó, tras enterarse de su embarazo, fue a ella.
María Luisa se convirtió en una madre fría y distante pues siempre vio en su hijo el vivo retrato de su padre.

Juan nunca se sintió querido, protegido, amado; únicamente recibía lo estrictamente necesario pues nunca le faltó un plato de comida en la mesa, una plaza en el colegio público más cercano y ropa con la que vestirse, pero jamás fue abrazado, besado, mimado por su madre. Todo ello forjó ese carácter rudo, osco, brusco; en su infancia no había conocido otra cosa que no fuesen reprimendas, castigos, correazos con el cinturón si, por ejemplo, no comía lo que estaba sobre el plato de comida o si sus notas bajaban del sobresaliente.

Crecer junto a la Academia hizo que ésta formase parte de su vida. A los dieciocho años, gracias a su gran expediente académico, logró acceder a la misma graduándose cinco años después, en presencia de los Reyes de España quienes entregaron los despachos a los nuevos oficiales, entre ellos el nuevo teniente Juan del Alba Martínez, apellidos ambos de su madre pues su padre nunca le reconoció.

En poco tiempo, fue subiendo de rango hasta alcanzar el de Comandante, nombramiento que coincidió con su nuevo destino en Afgasnistán.

Juan nunca había tenido novia. El papel protagonizado por su madre en su vida había conseguido que viese a las mujeres como seres amenazantes, crueles, viles. Por eso frecuentaba los prostíbulos de la ciudad. Con las prostitutas se sentía superior, él pagaba por el trabajo realizado y si éste no era de la calidad que él esperaba, más de una vez, había pegado alguna bofetada o proferido algún insulto.

Dentro del ejército era diferente. Las mujeres eran militares como él, tenían los mismos derechos y obligaciones que él, luchaban por su misma causa y, en el fondo, no las veía como mujeres, sino como compañeros. Nunca se mostró violento o grosero con ninguna compañera. La violencia la dejaba para las pobres prostitutas que pagaban todos sus complejos de infancia. Solamente una vez fue denunciado por una mujer dominicana a quien que pegó tal paliza que la hizo perder el bazo; pero la dominicana no tenía papeles y Juan ya era comandante. Nadie creyó a la mujer y él salió indemne del asunto.

Cuando llega al Hospital Militar de Madrid aún no ha asumido su paraplejia pues el dolor de las quemaduras de los brazos no le permite pensar en otra cosa.
Durante los seis meses siguientes es operado en varias ocasiones. Un año después, sus brazos ya no necesitan ir vendados pero ya le han comunicado que va a permanecer de por vida sentado en una silla de ruedas pues no existe ninguna posibilidad de que recupere la movilidad de sus piernas. Le conceden la Cruz al Mérito en Campaña y es honorablemente licenciado del ejército.

Juan casi enloquece. Mide bajo el mismo rasero su nueva situación de parapléjico y el alejamiento del mundo militar, su mundo. Él no sabe hacer otra cosa y, ahora, carecía de piernas pues aunque permanecían como desagradable colgajos bajo su cintura, no servían para nada…él no servía para nada.


                                                                              Juan se convirtió en un hombre absolutamente desagradable, permanentemente enfadado con el mundo en general y con las personas que colaboraban en su recuperación, en particular. Los fisioterapeutas que trabajaban con él en la sala de rehabilitación del Hospital Militar, apenas duraban junto a él más de un par de meses pues no soportaban el trato despectivo y los insultos con los que eran tratados.

Hoy, como siempre, a las 9 de la mañana, se encuentra en la sala de rehabilitación esperando al nuevo fisioterapeuta, pues tras el lamentable trato que había dado al anterior, daba por supuesto que el de hoy sería nuevo.

Juan se encontraba de espaldas a la puerta cuando sintió como se abría y escuchó un “buenos días” diferente, un “buenos días” femenino; no podía dar crédito, ¡le habían enviado como nuevo fisioterapeuta a una mujer!.

 Juan no contestó pero se giró y pudo ver a Claudia por primera vez. A ella no le importó la grosería de su nuevo paciente porque ese día estaba especialmente contenta, muy contenta: ¡Por fin había conseguido una plaza permanente como fisioterapeuta en un Hospital!. Tras años y años de estudios, noches de insomnio, pruebas, prácticas…¡al fin tenía una plaza en propiedad!. Estaba tan contenta que quiso hacer partícipe a Juan de su alegría; sin embargo Juan se mantuvo impávido y le preguntó si empezaría ya la sesión de rehabilitación pues, aunque tenía todo el tiempo del mundo por delante, no le gustaba perderlo.

Claudia, bastante suspicaz, en cualquier otra ocasión se hubiese molestado por la actitud del enfermo, pero hoy se negaba a que nadie empañase su alegría. Era una mujer objetivamente guapa; no era demasiado alta pero debajo de la bata se apreciaba un cuerpo perfectamente proporcionado, aunque algo delgado. Llevaba su pelo, negro, recogido en una alta coleta que permitía apreciar la belleza de su rostro, un óvalo perfecto que enmarcaba unos maravillosos ojos azules que, junto a una pequeña nariz y una boca de labios carnosos que sabían sonreír de una manera coqueta y presumida, delataban que Claudia se encontraba cómoda dentro de su cuerpo.

Sin embargo, Claudia tenía también un pasado difícil. Había nacido en Santander. Sus padres, médicos, gozaban de una posición social privilegiada. Hija única, al igual que Juan, su vida se hizo añicos, se desmoronó en mil pedazos cuando acababa de cumplir catorce años. Sus padres, el matrimonio ejemplar, se separaron. Su padre llevaba, desde hacía ocho años, manteniendo una vida paralela con otra mujer, con la que había tenido dos hijos, dos medios hermanos de Claudia, a los que nunca reconoció como tales y que Claudia jamás quiso conocer.
Su madre, tras la separación, entró en una profunda depresión. Dos meses después, al llegar Claudia del instituto la encontró en la bañera, con las muñecas abiertas y el agua teñida de rojo; junto a la bañera, la cuchilla que había utilizado…ya estaba muerta.

Claudia se fue a vivir a Madrid con su tía, hermana de su madre, una mujer soltera a la que nunca le habían gustado los niños y mucho menos los adolescentes. Durante los cuatro años que permaneció junto a su tía, justo hasta su mayoría de edad, Claudia no recibió un beso, un abrazo, una caricia. Por eso, al cumplir los dieciocho años y tras acceder a la herencia que le había dejado su madre, decidió estudiar medicina, lejos de Madrid, por lo que se instaló en Barcelona, simplemente porque le sonaba bien, pues no conocía a nadie allí.

Durante sus estudios de medicina, nunca tuvo novio “fijo”; había perdido toda su confianza en el “género opuesto”. Si su padre, el hombre al que ella había considerado prácticamente perfecto había sido capaz de traicionar de aquella manera a su madre y a ella, logrando mantener una mentira durante ocho largos años, ¿por qué el resto iban a ser diferentes?.

Pero a Claudia le gustaba el sexo; siempre utilizaba el verbo follar conscientemente ya que lo que hacía se encontraba muy lejos del concepto “hacer el amor”. Así que, si un hombre le gustaba, ya fuera su profesor, alumno o el frutero de la esquina, se acostaba con él y luego, “si te he visto no me acuerdo”. Era promiscua, pero cuidadosa, y no le provocaba el más mínimo dilema moral.

El día que Claudia y Juan se vieron por primera vez se encontraban dos personas con un pasado difícil y un carácter complicado. Sin embargo, cuando Claudia dispuso a Juan en la camilla para iniciar los ejercicios de relajación muscular, algo mágico ocurrió en aquel momento. Claudia no veía a Juan como al resto de los hombres y Juan no miraba a Claudia como al resto de las mujeres.

Por primera vez, Claudia, al coger el cuello de Juan para el inicio de los ejercicios sintió algo que nunca había sentido, se puso nerviosa y no supo reaccionar. Algo parecido le había ocurrido a Juan al sentir las manos de Claudia sobre su cuello. La brusquedad, la antipatía de Juan se encontró con la frialdad, la distancia de Claudia y, en lugar de chocar bruscamente y romperse en mil pedazos, se ensamblaron como un perfecto puzzle. Ese día no mediaron palabra; únicamente sintieron sus cuerpos…ninguno de los dos comprendía nada de lo que estaba sucediendo.

Las sesiones de fisioterapia se convirtieron en una nueva forma de amor.




Al principio, entre ejercicio y ejercicio, sonreían, se acariciaban, olían sus cuerpos. Cuanto más avanzaban en el tiempo, más sutiles se hicieron sus caricias, usando sus labios, sus lenguas, sus dientes; jamás Juan habló de su paraplejia, no fue necesario. Un día de abril, sin mediar palabra ninguno de los dos, comenzaron a acariciarse suavemente, a rozarse, a besarse pero, sin saberlo, ambos necesitaban más, ambos querían más.

Claudia se dispuso sobre el cuerpo de Juan, inerte de cintura para abajo, pero sumamente sensible en el resto de la superficie de su piel. Claudia se despojó de su bata, tomó una mano de Juan y la dispuso sobre uno de sus pechos; tomó la otra y la dispuso a la entrada de su vagina. Como si de una danza se tratase, comenzó a moverse deslizando la mano hacía su interior, primero suavemente y luego con fuerza hasta que ella alcanzó un orgasmo…ambos se miraron y no supieron que decirse. Claudia se puso la bata y se despidió de él hasta el día siguiente.

Juan, por primera vez, esperaba impacientemente la llegada de Claudia quien, al entrar en la sala, cerró tras de sí la puerta con llave; deseaba que él también pudiese alcanzar el máximo placer a pesar de sus graves lesiones. Juan le replicó que aquello iba a ser imposible, pues su pene no era más que un “colgajo” inservible, inútil, que ni siquiera le permitía controlar sus esfínteres. Claudia le pidió silencio y que cerrase los ojos; a través de pequeños mordiscos en el cuello, dejando caer su cuerpo desnudo sobre el desnudo cuerpo de Juan, quien por primera vez sintió placer a través de los pezones de su pecho, a través de los lóbulos de sus orejas, a través de su pelo…hasta llegar a sentir lo más parecido a un orgasmo que había sentido en mucho tiempo.

Juan y Claudia eran dos seres con dos pasados difíciles que se habían encontrado en el momento justo de sus vidas.

Dos años después, tras contraer matrimonio, vivían en una casa baja, cercana al Hospital donde trabajaba Claudia y con el paso del tiempo consiguieron formar una familia con la adopción de dos niños afganos, huérfanos, que habían llegado a España para ser curados de sus heridas.


Juan y Claudia consiguieron, a su manera, la plenitud del amor.




                                                                         


"POESIA INMEDIATA"

¿Qué mejor forma hay de amar que no se sea amando?.

domingo, 27 de septiembre de 2015

"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)


Tras cerrar la maleta me di cuenta que había olvidado mis pies sobre la silla.

"HICIMOS UN PACTO" (M.A.M.)

Al fondo, nuestra cama
a su lado, una maleta
¿acaso te vas?.

Hicimos un pacto, ¿recuerdas?.
Ha pasado mucho tiempo, es cierto
pero, ¿ahora me dejas?.

Tu mirada sonriente
tus manos acogedoras
tomaban mi cuerpo con dulzura.

Recuerdo cómo se erizaba tu piel,
al contacto de mis caricias
y cómo pedías siempre más.

Te gustaba recostarte
sobre mi vientre
mientras, con ternura, lo rozabas y sonreías.

Hicimos un pacto, ¿recuerdas?.
Ha pasado mucho tiempo, es cierto
pero, ¿acaso ya no me deseas?.

No soy tonta.
Sé que ya no me miras como antes,
que ahora solamente te detienes en mis manías.

Me lo has dicho.
Mi forma de ser, dramática y vehemente
ha agotado tus energías.

Ya no me besas, me desprecias.
Necesitas a alguien fuerte, me dices
Alguien que te aporte felicidad y no tristeza.

No quiero mendigar tu amor,
me niego a aceptar las cenizas de nuestras caricias.
No vales la pena, te dije, eres un cobarde.

Hicimos un pacto, ¿recuerdas?.
Ha pasado mucho tiempo, es cierto
pero, ahora soy yo quien te deja.

Por cierto, vacía la maleta
sí, esa que está junto a nuestra cama
deseo llenarla de tus desprecios y mis tristezas.















"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)

Al levantarme, mis sábanas me han dicho que se acuerdan de ti.

sábado, 26 de septiembre de 2015

"El ÚLTIMO BESO" (M.A.M.)

Ardo en mi interior
por el dolor
que me ha provocado tu marcha.

Lloro con vehemencia
por el miedo
que siento al sentirme abandonada.

Grito en mi corazón
por la desilusión
que me ha causado tu olvido.

Suspiro con calor
por el recuerdo
que ha dejado tu cuerpo en mi cama.

Imploro sin verguenza
por el deseo
que habito tras tu último beso.




"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)

Tras quitarme los zapatos, mis manos estaban cansadas...

"ABNEGACIÓN"(M.A.M.)



Madre
madre tierra
tierra en barbecho
madre abnegada.

Padre
padre aire
aire huracanado
padre embravecido.

Madre y padre
tierra y aire
un hijo
empedrado y enfurecido.

"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)


Siempre te amaré...aunque la calle por la que caminamos no tenga salida...

"POESÍA INMEDIATA" (M.A,M.)

Tras desperezarme, mis brazos habían huido...

"VERSOS RÁPIDOS" (M.A.M.)

Cuando abrí el armario, me asustó un ángel receloso.




Al despertar, observé que mi almohada presentaba dos huecos pero, yo había dormido sola.



Limpiando los rincones de mi casa, encontré un ángel dormido.



Abrí las ventanas para ventilar y...salí volando.



Al cruzar la calle, mi sombra me asustó...



Al quitarme el abrigo...mi cabeza había desaparecido...



Me llaman impúdica porque no me importa desnudar mi alma...



Te habías perdido y te encontré anidado en mi cabello.



Tras desperezarme, mis brazos habían huido...




"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)

Quise hablar y no pude, las palabras se habían atragantado en mi garganta.

"POESÍA INMEDIATA" ( M.A.M.)

Cuando quise besarte solo encontré tu imagen reflejada en el espejo.

"POESÍA INMEDIATA" (M.A.M.)

Cuando colgué el abrigo observé que su cabeza había huido.

"POESIA INMEDIATA" (M.A.M.)

Tras bajar la persiana el sol se metió en mi cama...

POESÍA INMEDIATA (M.A.M.)

Cuánto más jabón paso sobre mi piel, más rápido se escapa el verano.

viernes, 25 de septiembre de 2015

"MIRADA"(M.A.M.)



Me he convertido
en una asidua
visitante de tu cuerpo, en secreto.

He aprendido
de memoria
todos y cada uno de tus recovecos.

He estudiado
sin demora
el dibujo de tu sombra a contraluz.

He deseado
con vehemencia
tu boca y tus pies, tu lengua y tus manos.

Me he mudado
con audacia
a ese pliegue que pone fin a tu nuca e inicio a tu cuello.

He soñado
con frecuencia
que la curva de tu espalda es el recodo perfecto.

He espiado
sin reparo
las palabras que diriges a los otros, nunca a mí.

Me he excitado
con ardor
observando la estela del humo de tu cigarrillo.

Te he pedido
sin pudor
que dirijas, sin demora,  tu mirada sobre mí.






"DUDAS" ( M.A.M.)

En el fondo de un armario
encontré
aquella camisa hecha con tu piel
y
rematada con mis pestañas.

Debajo de una cama
busqué
unos zapatos diseñados con tus huellas
y
aquellas botas que un día me hicisteste seguir

En un perchero
apareció
aquel largo abrigo cosido por tus labios
y
bordado con la sangre que un día de tristeza perdí

Decidí emprender el camino
dudé
sin continuar por la senda que mi corazón marcaba
o
tomar el atajo que directamente conducía al infierno del amor.


        Fotografía de Jorge Domingo
    

jueves, 24 de septiembre de 2015

"HUIDA" (M.A.M.)

La mirada perdida
en el vacio,
incapaz de asumir tu ausencia.

Mi garganta
ahogada,
por tánto llanto contenido.

Mis brazos
desnudos,
ya no acogen tu presencia.

Mis manos
entristecidas,
ya no lavan tus heridas.

Mi pensamiento
confuso, 
intenta comprender tu marcha.

Mis oídos
ofuscados
solo escuchan el murmullo de tu huida.

Mi corazón
perdido,
no encuentra una razón que explique tu partida

Mis ojos
opacos,
tan solo encuentran las huellas de tus pasos.







miércoles, 23 de septiembre de 2015

CANCIÓN TONTA - CANCIONES PARA NIÑOS (Canciones 1921-1924) (FedericoGarcía Lorca)


Mamá,
yo quiero ser de plata. 


Hijo,
tendrás mucho frío. 


Mamá.
Yo quiero ser de agua. 


Hijo,
tendrás mucho frío. 


Mamá.
Bórdarme en tu almohada.


¡Eso sí!
¡Ahora mismo! 

"CULPABLE"(M.A.M.)



Tras despertar
en la cama, deshecha, dejé olvidados
diez huesos que me sobraban.

Me miro
y,ante el espejo,asustada observo
un hueco seco en mi pecho,una oquedad en mi garganta.

Me baño
y,al soltar el agua,escapan por el desagüe
mis extremidades junto a mi tronco, mi corazón y mi boca.

Siento angustia
y, tras reflexionar recostada en una silla,pienso que
únicamente tú eres el culpable de mi desaparición, tras desmembrarme.






martes, 22 de septiembre de 2015

"HERIDA" (M.A.M.)



Jirones de  piel
arranco,
para parchear mi corazón, marchito, tras alejarse.

Lágrimas de alcohol
derramo,
para cauterizar las heridas que su marcha me dejó.

Besos de hiel
ofrezco,
para que su sabor asquee los labios del que no quiso besarme.






                





"TRISTEZA" (M.A.M.)

Cataratas de hielo
que queman,
el camino que me lleva a ti.

Afluentes de sal
que conservan,
el sabor de tus besos perdidos.

Mar en calma
que mece,
mi corazón herido por tu desdén.

Lluvia de estrellas
que ilumina,
la oscura senda de mi retorno.




lunes, 21 de septiembre de 2015

"REFUGIADOS V" (M.A.M.)





Quejidos de llanto
rompen
el silencio de la noche.

Voces quebradas
claman
al borde de precipicio.

Altivas miradas
rehuyen
los tristes ojos de un niño.













domingo, 20 de septiembre de 2015

"BÚSQUEDA" (M.A.M.)

Lavo mis manos
tras hurgar en tu cuerpo un corazón
que no he encontrado.

Enjugo mis lágrimas
tras buscar desesperada tu deseo
que no he hallado.

Aclaro mi boca
tras destrozar mi lengua buscando un beso
que nucna me has dado



sábado, 19 de septiembre de 2015

"TIEMPO PERDIDO" (M.A.M.)

Deseo contenido
mi cuerpo anhela, pero no puede
está prohibido.

Me pides que acuda
recelosa te miro, me giro
y no obedezco.

Amor platónico
sin gestos, sin palabras
tiempo perdido.

"EL ENCUENTRO" (Ezra Pound)



Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.

Versión de Javier Calvo



viernes, 18 de septiembre de 2015

"AMOR" (M.A.M.)

Frente a mí se abre un camino
sinuoso, inquietante
pero debo continuar aunque el miedo me atenace.

Inicio mi andadura
temerosa, expectante
al fondo vislumbro la figura de un hombre.

Lentamente me aproximo
curiosa, anhelante
el hombre me sonríe tranquilo y confiado.

Extiendo mi mano
precavida, vigilante
él la coge con suavidad y me besa.

Juntos seguimos caminando
como amigos, como amantes
y al final del camino, no somos dos, somos uno.


jueves, 17 de septiembre de 2015

"HAIKUS...PARA UNA NOCHE DE SEPTIEMBRE" (M.A,M.)



Tu blanca risa
ámbar es tu mirada
dulces tus besos.






Son las caricias
preámbulo perfecto
mágico final.









Nos abrazamos
piel con piel nos sentimos
máximo placer.







Son tus palabras
cadenciosas junto a mí
felicidad plena.



"MIEDO" (M.A.M.)

Sangre vertida
recogida en cántaros de leche
que beben ansiosos niños famélicos.

Ojos enormes
nichos que conservan
ira, devastación y muerte.

Venganza contenida
diminutos corazones
que crecen odiando al miedo.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

"ABANDÓNAME" (M.A.M.)



Déjame tú
mis fuerzas han huido tras tus brazos
                                                        y
mi sangre se ha vertido por tus besos.

Olvídame tú
mis caricias permanecen estancadas, tristes
                                                                  y
mi piel, hecha jirones, descansa sobre mis pies.

Abandóname tú
mi deseo sigue preso de tus caricias
                                                     y
mi pasión entrelaza tus recuerdos.

Arrincóname tú
mi amor se precipita sobre mi cama
                                                      y
mis sueños finalizan donde finalizas tú.



"Carencias" (M.A.M.)

Extraño
la caricia de tus ojos en mi boca
el susurro de tu voz sobre mi piel

Anhelo
el sabor de tus besos en mi cuello
el enredar de tus manos sobre mi pie

Deseo
convertirme en la sombra de tu sombra
ser, tan sólo, la huella que dejas al caminar

martes, 15 de septiembre de 2015

"Lágrimas"(M.A.M.)

Vivo una soledad buscada
resquebrajada por el llanto intenso
que habita en mi silencio.

Residen en ella mil fantasmas,
aquellos que acuden a mi cama
escapando de su propio miedo.

Simula su figura una cuna
cobijando el alma que alguna vez tuve
mecida por un mar de lágrimas estancadas.







"La escalera"(M.A.M.)

Veo al fondo una escalera
un esqueleto de anciana madera
una verticalidad ajena a la vejez.

Decido ascender por ella descalza
deseo acariciar suavemente
ese perfil, otrora, erguido y resistente.

Cuando llego al final, cansada
miro hacia abajo y me encuentro
con una radiante sonrisa astillada, apolillada


lunes, 14 de septiembre de 2015

"Tempestad" (M.A.M.)

Esta noche el mar está furioso
las olas mueren clamando en la orilla
donde engullen redondos guijarros

El negro cielo escupe estrellas, 
que rápidas se esconden entre las nubes
vomitando rayos en el horizonte

Un barco zozobra abatido
cansada ya la madera de su casco
abruptamente tragado por las aguas

Yo, desde la arena, lloro empapada
implorando perdón miro al suelo
y encuentro un huérfano guijarro.


"Sola"(M.A.M.)

Me he enterado de tu muerte
una fría llamada teléfonica
lo ha confirmado esta mañana

¿Cuándo dejamos de querernos?
¿en que momento tu voz dejó de cubrirme?
¿en que instante tu piel ya no volvió a protegerme?

Juntos habíamos conseguido ser uno
en ocasiones, tus ojos miraban por mí
tus pies conducían mis pasos

Algo sucedió que quebró el equilibrio
¿la distancia?, no creo
¿la indiferencia?, tal vez

Pero ahora que te sé muerto
frío y hermoso cadáver
me gustaría tenderme a tu lado

La húmeda tierra nos cubrirá
pronto los gusanos tendrán su festín
y ahí me quedaré, inmóvil

Nunca me ha dado miedo la muerte
temo más a la vejez y, sobre todo,
a una soledad vacía únicamente habitada por recuerdos de ti


         "Desnudo" de Ramón Casas Carbó.                                    

"Un arte" Elisabeth Bishop



El arte de perder se domina fácilmente;
tantas cosas parecen decididas a extraviarse
que su pérdida no es ningún desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la angustia
de las llaves perdidas, de las horas derrochadas en vano.
El arte de perder se domina fácilmente.
Después entrénate en perder más lejos, en perder más rápido:
lugares y nombres, los sitios a los que pensabas viajar.
Ninguna de esas pérdidas ocasionará el desastre.
Perdí el reloj de mi madre. Y mira, se me fue
la última o la penúltima de mis tres casas amadas.
El arte de perder se domina fácilmente.
Perdí dos ciudades, dos hermosas ciudades. Y aun más:
algunos reinos que tenía, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.
Incluso al perderte (la voz bromista, el gesto
que amo) no habré mentido. Es indudable
que el arte de perder se domina fácilmente,
así parezca (¡escríbelo!) un desastre.

domingo, 13 de septiembre de 2015

"Esta mañana" Muriel Rukeyser

Despierto esta mañana,
una mujer violenta en el violento día,
riendo.

Más allá de la frontera de la memoria,
a lo largo del largo cuerpo de esta vida
en que se estremecen tu niñez, tu juventud, la historia toda de tu tacto
—ojos, labios, pecho, barriga, sexo y piernas, ondulándose, sinuosas, bajo las sábanas.

Veo más allá de la tímida plantita,
en su tiesto a la orilla de la ventana
abierta a la ciudad, a las altas torres apiladas como libros
en el desvarío de la codicia, al río que fluye corroído y brillante,
al intrincado puerto y al mar, las guerras, la luna, los planetas
todos los que poblamos el espacio
bajo un sol invisible / visible.

Violetas africanas bajo la luz
respirando, tímidas, bajo el hálito del universo. Quiero la potente paz, sus delicias,
la silvestre bondad.
Quiero escribir los poemas de mi tacto:
encontrar mi mañana, descubrir tu vida toda
ondulándose, sinuosa, entre los intocables.

Te digo, a través de las ondas del viento:
hoy, una vez más
trataré de ser no-violenta,
un día más
esta mañana, despertando a un mundo aparte
del violento día.

 

Traducciopón de Jorge Ávalos



Desdén (M.A.M.)

Saboreo con asco
la hiel de tu desdén

Me deja un regusto amargo
que solo anulo con tu olvido

No regreses con tus agravios
tú solo morderás la tierra

Deja de comer mi carne
hambriento de odio

Deja de beber mi sangre
aún saciado de indiferencia

Escapo de tu resentimiento
perdida la esperanza de tu amor


Anhelos (M.A.M.)

Quiero ser la estela que
deja la flecha que lanzas 
con tu arco

Deseo respirar tu aliento
recostarme en tu cuello
dormir en tus brazos

Añoro la cadencia de tus pensamientos
el grave tono de tu voz
la elegancia de tus palabras

Aspiro a cohabitar con tu sombra
caminar junto a ella
siguiendo tus pasos

Ansio tu totalidad
la plenitud de tu cuerpo
la explosión de tu deseo

Aquí estoy, sentada
esperando a que alguna vez aparezcas
y me digas que no todo ha sido un sueño



sábado, 12 de septiembre de 2015

"Lamium" de Louise Glück.


   





Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.


(Traducción
de Eduardo Chirinos)

viernes, 11 de septiembre de 2015

"Palabras de Medea"

Eurípides escribió la tragedia de Medea en el siglo V a.C.  

La figura de Medea representa en Eurípides la desmesura en los sentimientos de amor-desamor: el personaje expresa, en un primer momento, una capacidad para amar sin límites, con una entrega absoluta a Jasón; pero después, y tal vez como consecuencia de lo anterior, manifiesta una capacidad para odiarle sin medida, hasta las últimas consecuencias. Su carácter hace que actúe de una forma enérgica y voluntariosa, renunciando a su existencia anterior por emprender una nueva vida junto a su amado; pero también, en los malos momentos (precisamente aquellos en los que se centra la obra), la lleva a comportarse de un modo extremadamente violento, anteponiendo su sed de venganza a cualquier otra consideración moral o afectiva. Paradójicamente, dicha violencia se irá justificando a lo largo de la tragedia, hasta tal punto que resultará refrendada con un “final feliz”, con bendición divina incluida, para la vengativa protagonista.

De la mano de Eurípides, habló para siempre Medea.

"De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser más desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y tomar un amo de nuestro cuerpo, y éste es el peor de los males. Y la prueba decisiva reside en tomar a uno malo o a uno bueno. A las mujeres no les da buena fama la separación del marido y tampoco les es posible repudiarlo".


"Y si nuestro esfuerzo se ve coronado por el éxito, y nuestro esposo convive con nosotras sin aplicarnos el yugo por la fuerza, nuestra vida es envidiable, pero si no, mejor es morir".

"Dicen que vivimos en la casa una vida exenta de peligros, mientras ellos luchan con la lanza. Necios. Preferiría tres veces estar a pie firme con el escudo que enfrentarme al parto una sola vez".

"Una mujer suele estar llena de temor y es cobarde, para contemplar la lucha y el hierro, pero cuando ve lesionados los derechos de su lecho, no hay otra mente más asesina".



Medea de Evelyn De Morgan, pintora inglesa prerrafaelista.

"YA NO" (M. A. M.)

Y ahí estás, frente a mí, expectante. Y aquí estoy, frente a ti, atiborrada de experiencias que me impiden avanzar. Debería dejarme llevar, ...