Quejidos de llanto
rompen
el silencio de la noche.
Voces quebradas
claman
al borde de precipicio.
Altivas miradas
rehuyen
los tristes ojos de un niño.
Y ahí estás, frente a mí, expectante. Y aquí estoy, frente a ti, atiborrada de experiencias que me impiden avanzar. Debería dejarme llevar, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario