una fría llamada teléfonica
lo ha confirmado esta mañana
¿Cuándo dejamos de querernos?
¿en que momento tu voz dejó de cubrirme?
¿en que instante tu piel ya no volvió a protegerme?
Juntos habíamos conseguido ser uno
en ocasiones, tus ojos miraban por mí
tus pies conducían mis pasos
Algo sucedió que quebró el equilibrio
¿la distancia?, no creo
¿la indiferencia?, tal vez
Pero ahora que te sé muerto
frío y hermoso cadáver
me gustaría tenderme a tu lado
La húmeda tierra nos cubrirá
pronto los gusanos tendrán su festín
y ahí me quedaré, inmóvil
Nunca me ha dado miedo la muerte
temo más a la vejez y, sobre todo,
a una soledad vacía únicamente habitada por recuerdos de ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario