Jirones de piel
arranco,
para parchear mi corazón, marchito, tras alejarse.
Lágrimas de alcohol
derramo,
para cauterizar las heridas que su marcha me dejó.
Besos de hiel
ofrezco,
para que su sabor asquee los labios del que no quiso besarme.
Y ahí estás, frente a mí, expectante. Y aquí estoy, frente a ti, atiborrada de experiencias que me impiden avanzar. Debería dejarme llevar, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario