siempre sueño
pero
no quiero soñar
y
aunque no quiero,
vuelves cada noche
puntual.
Entras en mi cabeza,
sin cuidado,
despeinando mi cabello que,
aunque corto,
me gusta llevar peinado.
sembrando
desasosiego,
miedo,
confusión.
Grito,
"vete",
pero te giras,
sonriendo,
te sabes fuerte.
Eres uno mis monstruos,
el peor,
el dueño y señor de mi mente.
Pero
hoy me siento fuerte.
Introduzco mis manos
en mi boca y
desde alli asciendo
hacia mi infierno
onírico.
Te pillo desprevenido.
Te aplasto.
Sales por mi nariz
convertido en aire
color púrpura,
tú preferido.
Sin embargo,
temo no haberte destruído
definitivamente,
eres demasiado fuerte y
siempre vuelves.
Fotomontaje Christian Schloe
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