me he encontrado
a cinco metros
por encima de mi cama,
ingrávida,
etérea
volátil.
Intenté tocarme
y no pude,
me faltaban mis manos,
además
se habían ausentado
mi vientre,
mis pechos,
mi sexo,
mi cuerpo entero.
Pretendí gritar
y fue imposible,
carecía de lengua,
faltaba mi boca.
Anhelé mirarme de nuevo
y solo encontré
una bocanada de aire
con olor a manzana.
Mi deseo se ha cumplido.
Me he convertido en tu aliento.
Fotografía de Federico Moccia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario