sin excusa, sin medida,
sin pedir nada a cambio.
Mi condena, tu desprecio,
tus gritos, tu imprudencia,
sin temor a hacerme daño.
Mi absolución, tu olvido,
borrar de mí tu voz y tu olor,
eliminar para siempre tus caricias de mis sueños.
Y ahí estás, frente a mí, expectante. Y aquí estoy, frente a ti, atiborrada de experiencias que me impiden avanzar. Debería dejarme llevar, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario