para escapar de la locura,
para evitar que las ideas,
que girar y giran en mi cabeza,
tengan un camino por el que huir.
Escribo obsesivamente,
pero bendita obsesión redentora.
Mientras escribo,
no pienso en la infancia perdida,
en errores cometidos en el pasado,
en mi padre fallecido, al que aún extraño,
en el maldito autismo de mi hija mayor,
que ha trastocado para siempre mi vida.
Mientras escribo,
olvido amores que fueron mentira,
amores heridos
que
quedaron sin curar,
amores jóvenes,
pero
que ya duelen porque
no sé querer sin entregarme,
porque no aprendo,
porque siempre deseo que me quieran como yo quiero.
Mientras escribo me siento normal, aunque no lo soy.
Porque, en realidad, yo estoy loca
y
por eso,
tan solo por eso,
escribo.
no pienso en la infancia perdida,
en errores cometidos en el pasado,
en mi padre fallecido, al que aún extraño,
en el maldito autismo de mi hija mayor,
que ha trastocado para siempre mi vida.
Mientras escribo,
olvido amores que fueron mentira,
amores heridos
que
quedaron sin curar,
amores jóvenes,
pero
que ya duelen porque
no sé querer sin entregarme,
porque no aprendo,
porque siempre deseo que me quieran como yo quiero.
Mientras escribo me siento normal, aunque no lo soy.
Porque, en realidad, yo estoy loca
y
por eso,
tan solo por eso,
escribo.
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