Mis dedos
son
los mejores guías
de mi piel.
Conocen
cada recodo,
cada pequeño
pliegue,
cada húmeda
oquedad
donde
deleitarse
y deleitarme.
Saben
qué intensidad
utilizar,
qué velocidad
usar,
así,
sin que nadie se lo diga,
sin recibir instrucciones.
Mis piernas
son
sus perfectas aliadas
en la búsqueda
de placer.
Se cruzan,
abrazan y doblan,
presionan entre ellas
como dos bailarines
siguiendo
una perfecta
coreografía
Y mi cuerpo,
entero,
colabora
con mis dedos,
con mis piernas,
girando sobre sí
mismo,
boca arriba,
boca abajo,
en tensión,
hasta alcanzar
la cima más alta
de la más alta montaña.
Photo by Sarachmet
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