siempre
debo justificarme?.
¿Por qué
no hay
ni un solo día
en el que no busque
la aprobación
de alguien?.
¿Por qué
esta maldita costumbre
de pedir perdón
aunque
la damnificada
sea yo?.
Tengo
la sensación
de no formar
parte
de este mundo,
de ser una extraña
rodeada
de seres normales
a los que
no entiendo,
ni me entienden.
Miro mi cuerpo.
Cumple
lo establecido
por las reglas
de
la naturaleza.
Tengo una cabeza,
dos brazos,
dos piernas,
dos manos,
dos pies.
Pero mi mente, no.
Mi mente
rompe
las reglas.
En ella,
conviven monstruos
con
una estúpida
necesidad
de ser
feliz.
Y luego
esta manía
de querer
para
jamás encontrar
a alguien
que quiera como yo quiero,
como quieren los locos,
sin reglas,
sin normas,
con pasión
y
con vehemencia.
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