de perderme
en caminos
que conducen
a cuerpos inhóspitos
que
ansían devorarme
hasta hacerme
desaparecer.
He alcanzado
mentes insospechadas,
retorcidas,
inexpugnables,
deseosas
de apropiarse
de mis palabras
y
mis miradas.
He conocido
besos envenenados,
besos sin lengua,
besos a traición
que
anhelan mi complacencia
y, sobre todo,
mi obediencia.
Me han acogido brazos
que
al contacto con mi piel
se han convertido
en espinos
que
hieren con saña,
con ira,
a traición.
Mi piel
está surcada
por profundos
barrancos,
horadados por el paso
de lágrimas saladas
provocadas
por
amores equivocados.
Pero, ya no.
Ya conozco el camino
que al menos
me desvía
del agravio
y
el dolor.
Photo Selma Browner by Man Ray (1940)
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