diminuta,
minúscula
conseguí transformarme
en una mota de polvo
para así posarme
dulcemente
sobre tu hombro.
Tuve miedo que el viento
o
tu caminar ligero
me empujasen a volar
alejándome de ti.
Al contrario,
conseguí reproducirme
en miles de motas de polvo,
pequeñas,
diminutas,
minúsculas
dejándome caer
a lo largo de tu cuerpo.
Fue entonces cuando
por fin saboreé
el dulce sabor de tu piel,
esa de la que me habías apartado
haca tan solo unas horas
de un brusco manotazo
que transformó mi cuerpo,
embebido de tristeza,
en esas motas de polvo que
ahora,
imperceptibles a tu vista,
degustan con deleite
tu cuello,
tu boca,
tu cuerpo entero.
Fotografía Ludovic Florent
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