precedidos por la nada,
cuminados por la nada
y
mientras,
somos meros espectadores
de un teatro absurdo,
que nos absorbe
hasta empaparnos
de su angustia.
Siempre se repiten
los mismos ciclos,
naces, vives, mueres
pero no en paz,
no te dejan.
Vives para preparar
un futuro que no existe y
aún existiendo,
es fugaz y
perecedero.
Contemplas
el paso de los años
y
no has tenido
un momento de descanso
en esta carrera frenética
hacia la nada,
de donde venimos,
a dónde vamos.
Sigue intringándome
el don de la felicidad
porque,
sino hay nada
¿por qué a algunos se nos niega
la llave de la puerta que la abre?.
Tal vez, además de nada
entre en juego el azar.
No encuentro
otra explicación
que una simple tirada de dados.
Pero
ya estoy cansada de luchar
para acabar en la nada,
caminando con la fortuna
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