Tengo una pesadilla
atravesada en mi garganta.
Despierto.
Me giro y observo.
No puede ser.
Ya te has ido.
Ya no estás.
Ya no estás.
Pero, aún así,
regresas en mis sueños y
vuelve tu torcida sonrisa,
tus abrazos oblicuos
tu mirada aviesa.
Márchate.
Busca otra víctima.
Yo ya he encontrado la redención
Yo ya he encontrado la redención
tras alejarme tan solo
catorce pasos de ti,
esos que me obligabas a mantener
cuando llovía y
no querías
ni tan siquiera compartir
el refugio de un paraguas junto a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario