Lo sabes desde el principio así que,
acéptame o vete ya de una vez.
El primer día ya te conté
todos mis errores cometidos,
todos los secretos de mi pasado.
No soy mujer de exiguos recovecos,
de secretos replegados,
de recónditos escondrijos.
No planifico mis actos,
no sopeso sus secuelas,
no mido sus consecuencias.
Beso con calor y sin cautela,
amo con pasión, sin pensar y,
en el cuerpo a cuerpo, no hay barrera que me detenga.
Tal vez tú necesites una mujer silenciosa,
precavida, cautelosa,
plagada de recodos rebosantes de secretos.
Quizá mi sinceridad te asuste,
es posible que mi entrega te prevenga,
que mi ardor se congele al contacto con tu piel.
Aún nos queda tiempo por vivir
Tú has de elegir si deseas que
sean años dulces de miel o amargos de hiel.
Pero te ruego que no te andes con rodeos
por lo que te pido que tomes una decisión y
me aceptes como soy o te vayas de una vez.
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