La puerta está abierta y
tu lado de la cama vacío y frío como la escarcha.
Intento recordar
pero no recuerdo lo ocurrido.
Solo sé que tú no estás aquí conmigo.
Creo que ayer me acosté antes que tú.
No sé si me besaste, tampoco si me abrazaste,
solo sé que temblé, no sé si de desasosiego o de frío.
Abro los ojos y veo una nota con tu letra,
dispuesta con cuidado sobre tu almohada, que dice:
"me he cansado de ser la lumbre que da calor y luz a tu vida".
Ilustración Marsha Norman.
Agotador e inútil empeño, fuente de fustraciones, comienzo de un adios ...lección de vida.
ResponderEliminar