y
apareces ante mí
con
ese aspecto
de chulo
y
de tierno
que
me cautivó
desde el primer momento.
Te llamo
y
me apetecería comer
tu sonrisa
a mordiscos,
tus palabras
a bocados,
dejando acumulados
tus sueños
de postre para la cena.
Te sueño
y
quisiera tocarte
con mis labios,
besarte
con mis manos,
abrazarte
con mis piernas,
rodearte,
sin posibilidad de escapatoria,
mientras
aspiro tu olor
con tantas ganas
que
hace necesario
que
te sumerjas en un mar
de algas
para recuperar así
tu esencia.
Te quiero mío,
entero,
sin posibilidad
de ser dividido
y
poder así alojarme
en ese precioso hueco
que
forma tu clavícula izquierda,
esconderme
en un recodo escondido
bajo tu pelo,
recostarme
sobre uno de tus brazos
doblado
No hay comentarios:
Publicar un comentario