me siento sin fuerzas,
aterida de frío.
El vello de mi piel
erizado
me dice
que
regrese
que
aún no estoy preparada.
Pero,
Pero,
no quiero escuchar
a mi cuerpo,
me niego atender
a mi mente.
Si lo hago
sé
que,
invariablemente,
me quedaré
donde siempre.
Donde habitan
mis miedos,
esos
que se cuelgan
de mis cuerdas vocales
y
se acomodan libremente
en mi cabello.
Donde viven
mis monstruos,
los que cada noche
se sientan en mi cama
luchando entre sí
para pasar el tiempo
Donde residen
mis fantasmas,
los de un pasado
que no desean que olvide
que
se alían
con los de mi presente,
siempre pendientes
de mis decisiones,
anhelando
que yerre
para ganar la batalla.
Hoy,
he seguido corriendo,
sin huir de alguien,
sin esquivar a nadie,
porque,
aún agotada,
debo encontrar a mi sombra,
mi compañera,
mi aliada,
la única parte de mí
que
se mantiene valiente.
Photo by Scott Russell
No hay comentarios:
Publicar un comentario