Quisiste
coser
mis párpados,
sellar
mis labios,
clausurar
mis sueños.
Deseaste
cercenar
mi sexo,
mutilar
mis pechos,
ahogar
mi garganta.
Anhelaste
fragmentar
mi cuerpo,
quebrar
mis huesos,
invadir
mi mente.
Y, ¿sabes?,
pudiste hacerlo,
rozaste el triunfo
porque te amaba
y
el amor es ciego
y
el amor engaña.
Pero,
cuando aquel día
te vi acercarte
con tus cadenas
y
su candado,
aquel día entendí
que deseabas
ser el dueño
y señor
coser
mis párpados,
sellar
mis labios,
clausurar
mis sueños.
Deseaste
cercenar
mi sexo,
mutilar
mis pechos,
ahogar
mi garganta.
Anhelaste
fragmentar
mi cuerpo,
quebrar
mis huesos,
invadir
mi mente.
Y, ¿sabes?,
pudiste hacerlo,
rozaste el triunfo
porque te amaba
y
el amor es ciego
y
el amor engaña.
Pero,
cuando aquel día
te vi acercarte
con tus cadenas
y
su candado,
aquel día entendí
que deseabas
ser el dueño
y señor
de mi pensamiento
y
esa llave,
la de mi mente,
jamás
la entregaré a nadie.
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