que ya conozco el paso de los días junto a ti o
el sabor de tus besos a las siete de la mañana.
Si tú te fueras ahora,
que ya no me importa que me veas despeinada o
que me sorprendas escribiendo con mis gafas de miope.
Si tú te fueras ahora,
que sabes, con solo una caricia, si tengo ganas de más, o
que conoces, con exactitud, qué tecla de mi cuerpo tocar.
Si tú te fueras ahora,
que, con solo mirarte un segundo, ya sé de qué humor estás o
que, con tu forma de responder a un beso, ya sé si deseas más.
Si tú te fueras ahora,
que ambos conocemos aquello de lo que nos gusta hablar o
que, con tan solo gestos, nos podemos comunicar.
Si tú te fueras ahora,
que nos mostramos relajados, tal como somos, desnudos en la cama o
que conseguimos alcanzar el máximo placer con una caricia en ese escondite conocido.
Si tú te fueras ahora,
yo me retiro de este mundo de locos porque ya no tengo ganas, ni fuerzas de más
de volver a esperar a que la suerte me ponga en mi camino a un hombre que me comprenda.
Si tú te fueras ahora,
después de tanto compartido, tras tantos momentos gozados,
prefiero continuar mi camino sola e impedir así que vuelvan a romper mi corazón.
Sí, porque si tú te fueras ahora, como me has dicho que vas a hacer,
me dejas con un corazón roto, sin posibilidad de recomponer y
un cuerpo ya desnudo de caricias conocidas, ya vacío de besos deseados y recibidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario