salpicado de piedras con aristas, cortantes como navajas,
flanqueado por abisales barrancos
coronados por zarzas de espino.
Al inicio del camino, me he desprendido de todo,
Me he desnuda entera. A un lado, toda mi ropa,
al otro, mis sentimientos, mis pensamientos,
mis recuerdos, junto a mi corazón y mi alma.
Llevo ya demasiados años soportando
un peso que me doblega, una presión que me ahoga;
demasiado tiempo sin fuerzas que que me sujeten,
sin un apoyo al que asirme, sin una mano que me coja.
Al principio me creí fuerte, era joven e inexperta.
Pensé que ninguna adversidad pondría trabas a mi destino.
Tal vez hubiesesido capaz de luchar contra una pero, ¡cuándo son tántas! y
te encuentras tan sola, perdida y abandonada.
Esta mañana, al despertar, no podía respirar,
abrir los ojos o caminar. Me dije: "hasta aquí he llegado
no aguanto más; quiero, al menos, mantener mi dignidad".
He llegado al final del sendero. Por fin voy a cumplir mi sueño: volar.
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