me somete y
me domina.
El miedo me atenaza,
me reprime y
me sojuzga.
La tristeza me conquista,
me reduce y
me subyuga.
Mi mente no aguanta más,
mi cuerpo ya no obedece y yo,
en medio, que soy simplemente nada.
Estoy sola y abandonada,
en medio de una nada que me acoge
como parte de esa nada
No sé cómo acabar con el dolor,
si no es con más dolor añadido,
que consigue mitigar, el dolor ya sentido.
Pero, ¿cómo dañar a alguien que es nada,
que es vacío y
es derrota ya vencida?.
Solo puedo castigarme
con heridas en mi carne,
heridas
que no se ven, porque yo ya no soy nadie.
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