Una nada completa de besos sin dueño,
de rostros desnudos de rasgos,
de pasos desprovistos de dueño.
Deseaba alcanzar la nada,
cansada de pensar y no entender,
de buscar y no encontrar,
de caminar y no avanzar.
En la nada reposo,
tras muchas noches de insomnio,
tras muchos años de angustia,
tras mucho tiempo de miedo.
En la nada habita el vacío y
en el vacío reside la angustia,
esa que me mantiene presa
atada a la cama del castigo.
En la nada, nada pasa sin sentido.
Ahora entiendo el motivo
que explica mi desesperanza,
pues es probable que únicamente yo habite la nada
En la nada estoy segura.
Ahora entiendo la razón de mi angustia,
y si alguien me pregunta el motivo,
de manera espontánea responderé, "por nada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario