rota por dentro,
por fuera,
por los costados.
Mis ojos no miran,
mi boca no habla,
mis manos no cogen,
mis pies no caminan.
Ya no tengo sueños,
ni planes.
Ya no tengo ilusiones
ni ideales.
Mi corazón no late,
mi sangre no fluye,
mis heridas no cierran,
mi mente no rige.
Mi vientre no acoge,
mis brazos no cobijan,
mi regazo no protege,
mis pechos no alimentan.
Todo estaba preparado.
Debías nacer esta noche.
Pero te olvidaste
que para vivir debías, antes, llorar.
Que bello poema para un triste hecho...me he acordado de una canción del grupo Nenadaconte, la letra dice algo así como "tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte, tenía tanto amor, guardado para tí". Resulta que mucha gente pensaba que era de amor pero en realidad es para un hijo que no llegó a nacer. Hay amor desenamorado y hay tristeza embellecida.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por "pararte un rato" en mi blog. Un abrazo.
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