nunca más
se acabó.
Jamás
volveré
a arañar
la tierra con mis manos
en busca
de amor,
ni buscaré
corazones en barbecho,
sombras sin propietario,
heridas de guerrero.
De mi boca
no soldrá
un ruego,
un permiso,
una nueva solicitud de perdón.
Mis pechos
ya no cobijarán,
a nadie.
De mis manos
no nacerán
susurros
que
acaricien otras pieles.
Mis piernas
no rodearán,
con fuerza,
como solo sé hacerlo,
un cuerpo que me resulte ajeno.
Si no fui merecedora
de tan siquiera
un adiós,
he perdido la esperanza
de escuchar
un te quiero.
Y
como no deseo
volver a reconstruir mi corazón,
prefiero guardarlo
en una coraza,
cerrar el candado
y
tirar la llave
al mar,
para así
estar segura
de no volver a sufrir
por amor
aunque
para ello
tenga que renunciar
para siempre
a volver
a sentir.
Seré una mujer fría,
parapetada, para siempre,
tras mi escudo impenetrable.
Photo Kalliope Amorphous
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