"MIS LLAVES" (M.A.M.)

Siento
que hayas llegado
en este momento.
Hace cuatro años,
yo
aún era ingenua,
¡tanto!,
que nadaba
en la estulticia,
buceando,
sin necesidad de oxígeno,
entre
barreras de mentiras
que
confundía
con hermosos bancos
de promesas que
luego
nunca se cumplían.
Pero,
ni aún así,
ponía en duda
las palabras,
los besos
las sonrisas,
las miradas.
Me tiraba de cabeza,
completamente desnuda,
al mar embravecido,
sin pensar en esa piedra
que
pudiese abrir
mi cabeza
o
roto, en mil pedazos,
el corazón.
Me daba entera,
sin pensarlo,
creyendo siempre
que
había llegado
aquel que me quisiera,
como soy,
sin caretas, ni artificios.
Ese
con quién mostrarme
con mis dudas y rarezas,
con mis miedos y fantasmas.
Pero
nunca era a quien
yo necesitaba.
Siempre aparecían
los que buscaban
mi ayuda.
En forma de sangre,
como los vampiros
de dinero
sabiendo que no era rica
pero
conocedores de que, sin duda.
se lo daría.
De apoyo o ayuda,
de cuidado o compañía
porque estaban solos,
porque no había otra,
porque yo era
la perfecta diana
para descargar su ira.
De besos sin caricias,
de sexo sin abrazos
convencidos
de mi total entrega,
asumiendo
mi ceguera.
Pero,
tras tantas batallas
vencida,
tras tantas guerras
derrotada,
tras tantas heridas
infringidas
con saña
ya no soy la que era.
Ahora estoy acorazada,
atrincherada
ante cualquier palabra
que
parezca de amor.
Me parapeto
tras elevadas barricadas
para defenderme
antes de que me hieran
con la lanza.
Y has aparecido tú
y
quiero pensar
que tus palabras son sinceras
pero, lo siento,
tendrás que sortear
kilómetros de alambradas
para que yo,
ahora,
pueda entregar
de nuevo
las llaves de mi casa.

Photo by Noell S. Oszvald