mirándome
a los ojos
y
quiero creerte,
te juro
que
lo deseo con toda el alma.
Pero, entiende,
no estoy
acostumbrada
a ser amada.
Nadie nunca
me había dicho
"te amo",
tal vez
por pudor,
por verguenza,
porque
"eso son solo palabras",
aunque
creo sinceramente
que si nunca
lo había escuchado
es
porque jamás desperté
ese sentimiento en alguien.
No dudo
que
tal vez,
exista alguno a quién yo
haya gustado,
que
quizá
camine por ahí
alguien
que me haya tenido afecto.
Pero,
si de algo estoy segura
es que a mí se han acercado
ladrones de sentimientos,
saqueadores de dinero,
usureros de sexo,
usurpadores de palabras,
estafadores de afectos,
timadores de sueños
pero
nadie que me amase
como soy,
una mujer pequeña,
sin formas,
con un cuerpo
que parece no estar terminado.
Una mujer
que tiembla,
que tiene frío
que convive con monstruos
y
con fantasmas,
que odia ser adulta,
que anhela volver a ser niña.
Por eso, te ruego que recapacites
y, si vas a repetir "te amo"
te pido, por favor,
que no me hagas daño
porque,
aunque intento no hacerlo,
sigo creyendo,
con los ojos cerrados,
cualquier palabra venida
de una boca
que anhelo pensar
que es mi amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario