disolverme
en la cadencia
de tu voz.
Me gusta
cuando callas
cuando callas
entre frase y frase
porque
esos silencios
son
esos silencios
son
cálidos refugios
entre un adverbio
y
un sustantivo
o
un suave caminar
por unos puntos seguidos.
Me gusta
cuando hablas
porque
tu tono, refugia,
tu cadencia, envuelve
y
las oraciones
que construyes,
se convierten
en mantas acogedoras
en las que
recogerme
y
guarecerme
estando segura
del cuidado que ofrecen.
Me gustan
tus palabras
porque son cálidas,
porque no ofenden,
porque buscan aprecio,
porque entregan afecto.
Me gusta
cuando tu voz
se quiebra
asomándose
al vacío de tu timidez,
cuando
se desmenuza
en pedacitos tan dulces
que me gustaría
entregarte mi boca
para que en ella
los depositases.
Photo by John Stezaker, 1976
tus palabras
porque son cálidas,
porque no ofenden,
porque buscan aprecio,
porque entregan afecto.
Me gusta
cuando tu voz
se quiebra
asomándose
al vacío de tu timidez,
cuando
se desmenuza
en pedacitos tan dulces
que me gustaría
entregarte mi boca
para que en ella
los depositases.
Photo by John Stezaker, 1976
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