si así lo desea
abrigo,
cobijo,
regazo,
madre,
esposa,
compañera o amante
esposa,
compañera o amante
Pero que nadie levante la voz
para gritar
que,
lo que son opciones,
están marcadas a fuego
en
nuestra piel
como obligaciones.
Somos muchas
las que nos levantamos solas,
llevamos el rumbo,
nos equivocamos,
escribimos sin miedo,
opinamos sin pudor.
Gritamos sin estar locas,
reímos sin recato,
hablamos sin reprobación
leemos sin censura.
Porque han sido siglos
de derecho de pernada,
de carecer de voz,
de ser objetos de propiedad.
Y se ha acabado.
Las mujeres somos libres
para
disponer de nuestro cuerpo,
decidir sobre el sueño a seguir,
disentir,
desobedecer,
caminar sin orientación.
No somos ni mejores, ni peores,
tampoco inferiores a nadie
y
no debemos obediencia alguna,
salvo
a
nuestra propia conciencia.
Así que,
tú,
ese macho que va por la calle
desnudando a la mujer con la mirada,
dándose el privilegio de escupir palabras
que
nos son ajenas,
levantando sin punidad los puños
contra
aquella a quien consideras tuya,
no tienes derecho a nada
que
nosotras no compartamos.
Si recibes un "no"
escúchame,
te están rechazando,
gira sobre tus pies,
y
aléjate, al menos, con dignidad.
Instalación de Elina Chauvet
como obligaciones.
Somos muchas
las que nos levantamos solas,
llevamos el rumbo,
nos equivocamos,
escribimos sin miedo,
opinamos sin pudor.
Gritamos sin estar locas,
reímos sin recato,
hablamos sin reprobación
leemos sin censura.
Porque han sido siglos
de derecho de pernada,
de carecer de voz,
de ser objetos de propiedad.
Y se ha acabado.
Las mujeres somos libres
para
disponer de nuestro cuerpo,
decidir sobre el sueño a seguir,
disentir,
desobedecer,
caminar sin orientación.
No somos ni mejores, ni peores,
tampoco inferiores a nadie
y
no debemos obediencia alguna,
salvo
a
nuestra propia conciencia.
Así que,
tú,
ese macho que va por la calle
desnudando a la mujer con la mirada,
dándose el privilegio de escupir palabras
que
nos son ajenas,
levantando sin punidad los puños
contra
aquella a quien consideras tuya,
no tienes derecho a nada
que
nosotras no compartamos.
Si recibes un "no"
escúchame,
te están rechazando,
gira sobre tus pies,
y
aléjate, al menos, con dignidad.
Instalación de Elina Chauvet
No hay comentarios:
Publicar un comentario