y
no, no es posesión
es, simplemente,
indivisibilidad.
Carecemos de la capacidad
de
separar
eso que nosotros mismos
hemos unido
sin pensarlo,
sin sospechar
que
cuando nos besáramos
por primera vez
quedaríamos
fundidos en uno.
Por eso
tus manos son la prolongación de mis caricias
tu piel,el abrigo que me viste,
tu voz, la cadencia que me mueve.
Toda una vida sabiendo que existías,
sin buscarte
y, ahora,
ya no concibo mi día a día
sin encontrarte.
Photo "Tulip". 1984, by Robert Mapplethope
No hay comentarios:
Publicar un comentario