Ya no puedo creer.
He perdido
la fe.
Soy insensible
a
las palabras,
impasible
a
los gestos,
indiferente
a
las caricias,
inconmovible
a
los besos.
Mi cuerpo
ha perdido
la piel
que lo cubría,
mi corazón
ha despedido
a
los sentimientos
que le protegían,
mis ojos
han extraviado
las pupilas
con los adornaban
y
mi sexo
ha descuidado
la confianza
de ser habitado.
Soy
una apóstata,
una descreía
y
he vendido
mi alma al diablo
al que he jurado
no volver a creer
jamás
en el amor.
Photo by Laurence Demaison
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