para escribir.
Mis dedos
pesan toneladas,
mi cabeza
está tomada por desconocidos
habitantes,
he olvidado
infinidad de palabras.
Y te culpo,
sí, a ti.
Esa que con cara de estúpida
me mira
reflejada en el espejo.
¿Cuándo vas a aprender?.
¿Cuándo dejaras de cometer
los mismos errores?.
Desengáñate,
nunca lograrás huir
de tu estulticia.
Volverás a ser engañada
por
el ladrón de sueños,
ese que por las noches
chupa tu sangre,
aspira tu aire,
patalea tu espalda
hasta verte caer.
Porque le gusta observarte
tirada
sin las fuerzas necesarias
para poder hilvanar
apenas dos palabras,
"Necesito paz".
Photo by Noell S. Oszvald
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