y
miedo
no pueden
ir de la mano.
Tropiezan entre sí,
torpemente.
El amor
exige
valentía,
coraje,
osadía.
El amor
pide
que
te lances
desde lo más alto de una azotea
y
vueles,
que
abras tu casa,
de par en par, puertas y ventanas
y
permitas entrar,
sin pasaporte,
sin documentos
a
ese que tú amas.
Pero,
llega el miedo
vestido
de pasado,
de experiencias frustradas,
de un dolor tan intenso
que
atenaza las manos
amordaza los labios,
y
viste de grilletes
tus pies
para que no
avances,
para que el amor
se canse
de tanto esperar
la palabra exacta
el abrazo preciso,
el beso perfecto
la mirada
que,
con los ojos diga,
"no tengas miedo,
soy solo amor,
no tu enemigo".
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