vivir el resto
de mis días
recordando
nuestro encuentro.
nuestro encuentro.
Pero ahora,
que
has llegado
no puedo
cambiar
el rumbo de mis pasos,
esos que,
sin dudarlo,
me dirigen a ti.
Podría
soñar el resto
de mis noches
acompañada
por el olor de tu almohada.
Pero, ahora
que
me has mirado
necesito
que tus pestañas
parpadeen sobre
mi espalda
junto a mí, en la cama.
Podría
sonreír el resto
de mis mañanas
recordando
tus palabras.
Pero, ahora,
que has susurrado
junto a mi cuello
añoro
esos abrazos
en los que fundes
gemidos, calor y manos.
Podría, en fin,
no lo dudo,
sobrevivir
alimentándome de recuerdos.
Pero, ahora,
que
nuestros cuerpos
duermen entrelazados,
que
nuestros labios
conocen el recorrido
que
mis poemas
logran, sin pudor, hablar de ti,
ahora
te necesito aquí,
a mi lado,
hasta el día
que perdamos
la capacidad
de
reír mientras bailamos.
Photo by Oli Scarff
necesito
que tus pestañas
parpadeen sobre
mi espalda
junto a mí, en la cama.
Podría
sonreír el resto
de mis mañanas
recordando
tus palabras.
Pero, ahora,
que has susurrado
junto a mi cuello
añoro
esos abrazos
en los que fundes
gemidos, calor y manos.
Podría, en fin,
no lo dudo,
sobrevivir
alimentándome de recuerdos.
Pero, ahora,
que
nuestros cuerpos
duermen entrelazados,
que
nuestros labios
conocen el recorrido
que
mis poemas
logran, sin pudor, hablar de ti,
ahora
te necesito aquí,
a mi lado,
hasta el día
que perdamos
la capacidad
de
reír mientras bailamos.
Photo by Oli Scarff
No hay comentarios:
Publicar un comentario