Mi estómago
está tranquilo,
no hay bolas
en mi garganta
ni encrespamiento
en mi cabello.
Supuse
que
sentiría algo
pero
nada.
Mi sombra
aún me habla,
no hostigan
mis miedos,
ni maldicen
mis fantasmas.
Si he de sentir algo
es extrañeza
por no sentir nada.
Mi cuerpo
no tiembla,
el calor
habita mi cuerpo,
el color
pinta mi cara.
He sido incapaz
de
entregarme
a un misterio
porque
no me gusta
ser secreto.
Un día a la semana,
catro días al mes,
catorce días no hacen historia.
Donde tú ponías ofrendas
han faltado las palabras.
Discúlpame,
pero a mí se llega
por otro camino
y
el que tú has elegido
ha robado
mi calor,
ha roto
No hay comentarios:
Publicar un comentario