entre las sábanas.
Te busco
y
no te encuentro.
Hubiése podido jurar
que
había dormido
acurrucada a tu costado.
Es más,
podría describir
el sabor de tu piel,
el olor de tu pelo,
el calor de tu voz,
el color de tus besos.
Me giro y vuelvo a girar.
Miro
bajo la almohada
y
debajo de la cama.
Es imposible
que
no haya sido real
aunque
es posible
que
haya vuelto
a pasar.
Sí, ha tenido
que
suceder
lo de siempre
porque
aunque palpe el colchón,
palmo a palmo,
no encuentro
el hueco
que hubiese dejado
tu cuerpo.
Porque
tú ya no estás,
tú ya te has ido.
y yo, sigo aquí
sin aceptar
que, hace tiempo,
vendiste tu alma al diablo
con el único fin
de trastocar mi mente
tras tu muerte,
para no permitir así
compartirme con nadie más
que no sea
tu fantasma.
Photo by Masaisa Fukase
No hay comentarios:
Publicar un comentario