Porque no soy fuerte.
Aunque
siga luchando,
aunque
siga abriendo camino,
aunque
siga escalando montañas,
con la gran piedra de Sísifo,
sobre mi espalda,
yo,
soy pequeña.
Y, cuando nadie me ve,
me cubro,
me tapo,
me encojo,
me pongo de cuclillas
adoptando la forma
de un ovillo de lana
porque
me siento nada,
rodeada de nada,
invadida por la nada
tras vacíarse de nada.
Porque
me encuentro sola
y
me doy miedo.
Yo no soy capaz
de eliminar mis monstruos,
de escapar del frío,
de huír de mí.
Porque
nadie me ama,
porque
nadie escucha mis plegarias
porque
necesito ser abrazada
y
mis brazos no son capaces
de abarcar mi cuerpo.
Porque
me invade la nostalgia,
me mece la melancolía
y
lloro siempre en mis sueños.
Y grito tu nombre al viento
y
no recibo respuesta,
ni tan siquiera del eco.
Photo by Noell S. Oszvald
No hay comentarios:
Publicar un comentario