Tres años
junto
a ti.
Ahora
me pregunto
por qué.
Ahora
pienso cómo.
Cómo
conviví con el dolor,
la humillación,
los gritos.
Y
cuándo.
Cuándo
traspaste la frontera
de mi dignidad,
en esos momentos
en los que
yo
para ti
era menos que nada,
como tú decías,
una muerta
en vida,
alguien
sin derecho
a ser querida,
una loca
que
robaba tu energía.
En febrero te vi
por última vez.
Fue entonces
cuando entendí
que
sí, te ame,
pero más te temí
y
que,
si algo me aterrorizaba,
era
que me dejaras
porque
tú me hiciste creer
que sin ti
yo
no era nada.
Otra de tus mentiras.
Tres años creyéndote
y
a ahora
sé
que sola,
lejos de ti,
soy mucho más
fuerte
que
tú,
porque
yo jamás necesitaré
de alguien
a quién
herir con saña
para sentirme
completa,
para sentirme
mujer.
Poto by Ami Judd
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