fría o displicente con la gente
que me resulta indiferente.
Pero, si amo, lo hago sin mesura,
vehemente y excesiva pues
no sé amar de otra forma.
Amo con mi cuerpo y con mi mente,
amo a todas horas, sin descanso,
amo a ciegas, sorda y muda.
Pero a la gente normal le gusta lo templado,
la moderación, la cordura,
la sensatez, la prudencia.
Es por ello que mi destino
es y será permanecer sola,
pues nadie quiere ser amado como yo amo.
Tal vez un día se cruce en mi camino
un loco desbordante y apasionado
que encaje como un puzle con esta loca
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