caliente.
Poco a poco, percibo
como voy perdiendo peso,
hasta un punto que roza
la barrera de lo volátil.
Cierro los ojos y,
no me rodea la oscuridad.
Veo luces de colores,
estrellas centelleantes que,
al desplazarse,
provocan extrañas melodías,
notas acompasadas que
consiguen que mis piernas
dancen un baile improvisado.
Percibo que alguien me roza,
en el agua,
caliente.
Su cuerpo y mi cuerpo,
ingrávidos,
parece que se conocen.
Una mano, su mano
recorre el camino que separa
mi cuello de su espalda
Me habita con cuidado.
No puedo abrir los ojos,
he olvidado el lenguaje.
Me dejo llevar,
en el agua,
caliente,
hasta el último compás provocado
por el abrazo de dos cometas que habitan en mi mente
No hay comentarios:
Publicar un comentario