mucho,
tánto que las lágrimas
han serpenteado mi rostro.
Te he buscado,
mucho,
tánto que mis manos
son ya sólo jirones de mi piel.
Te he llamado,
mucho,
tánto que mi garganta
es ahora sólo un pozo de sal seca.
Te he deseado,
mucho,
tánto que mi mente
frágil, ha quedado enterrada en la locura
Te he amado,
mucho,
tánto que mi corazón
se ha quebrado rompiendo mi pecho, partiendo mi alma.
Fotografía de Rotney Smith.
No hay comentarios:
Publicar un comentario