se dobla, encoge
y rueda.
Rodando
se aleja, teme
y se esconde.
Escondido
te observa, recuerda
y escucha.
Escuchando,
llora, enmudece y
no opina.
Mi mente inestable
no odia, te ama
aunque, no olvida.
A mi memoria llegan
tus gritos, tus amenazas,
tus sentencias condenatorias.
Yo era culpable de todo,
de tus errores, de tus fracasos,
de tu presente y tu pasado.
Mi corazón no aguanta,
mi garganta se cierra, mis ojos no miran,
mi espalda no soporta más tu eterna infelicidad.
Mi cuerpo pequeño se aleja,
fuera del dominio de tus aviesas miradas,
alejada para siempre de tu doloroso desprecio.
Fotografía de May Siong
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