No entiendo, no entiendo nada.
No hace mucho tiempo era feliz, tenía una vida.
Aquella noche fue la primera de otras noches.
Metralla, gritos, bombas, heridos.
Hombres que sin conocerme, ordenan y mandan.
Un día se apoderó un intenso miedo de mí.
Vi la muerte tan cerca que casi me agarra del cuello y me lleva.
Cogí a mi esposa, mis dos hijos y abandonamos nuestra casa.
Hemos llegado a un puerto tras un viaje infernal.
Esta vez, la muerte se cebó conmigo
me quedé sin esposa, sin hijos, sin nada.
Me pregunto si aquí ha terminado el camino.
Me hablan y no entiendo, me gritan sin aliento
Agarran mis piernas y, sin dudarlo, me devuelven a mi infierno.
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